ANÁLISIS DE ORINA
En el análisis de orina se miden diferentes parámetros que sirven para diagnosticar la presencia de infecciones urinarias, enfermedades renales y otras enfermedades. Se estudian diversos aspectos desde el color, olor, turbidez, densidad, componentes químicos y también se hace un estudio con el microscopio.
En una muestra de orina deben observarse ciertas características físicas como son el color, el grado de turbidez o transparencia, olor y debe valorarse la densidad urinaria. La orina de los perros y gatos es clara y transparente. El color de una muestra de orina normal varía desde el amarillo claro al ámbar. En muestras muy concentradas, el tono amarillo es más intenso. Las muestras muy diluidas aparecen a menudo con una coloración amarillo-pajiza. Las coloraciones anormales de la orina que se pueden observar son: rojo a marrón por presencia de sangre, anaranjado por presencia de pigmentos como la bilirrubina o color lechoso o blanquecino, por presencia de pus por ejemplo.
Se mide la densidad urinaria para valorar el grado de funcionalidad del riñón y su capacidad para concentrar la orina. Para el análisis químico se utilizan tiras reactivas que valoran una serie de parámetros como pH (si la orina es ácida o alcalina), proteínas, glucosa, cuerpos cetónicos, bilirrubina, sangre o nitritos, entre otros. En general la aparición de proteínas, glucosa, cuerpos cetónicos, bilirrubina o sangre en la tira de orina son significativos de algún problema pero siempre es necesario valorar esta información junto con la historia clínica, la densidad urinaria y otros factores. Además la orina se estudia al microscopio. El veterinario tomará nota de la presencia de eritrocitos o glóbulos rojos, leucocitos o glóbulos blancos, células epiteliales, cilindros, cristales u otros elementos como bacterias, espermatozoides, levaduras, etc.
El veterinario analizará toda esta información y la valorará conjuntamente con el examen físico, los síntomas y el resultado de otras pruebas para elaborar un diagnóstico.